El rito de los antiguos Umbros es el momento central de la vida social, esencial para el éxito de las actividades humanas. Los protagonistas del rito son el augur, al que se le encomienda la interpretación de la voluntad divina a través de la observación del vuelo de las aves, y el oficiante, quien se encarga de llevar a cabo las ceremonias. El rito se articula en tres fases principales: La estipulación, es el momento en el que el augur pide al oficiante que estipule con la divinidad que manifieste su voluntad a través del canto y el vuelo de aves particulares. El augurio, es el momento en el que el augur observa el vuelo de las aves en el espacio sobre la ciudad con el fin de verificar la disposición divina favorable para la realización de la ceremonia. La ceremonia, cuyo punto culminante es el sacrificio. La ofrenda a las divinidades puede ser sangrienta (con el sacrificio de animales criados especialmente) o no sangrienta (con productos agrícolas sin defectos). Dependiendo de si se trata de divinidades del cielo o de la tierra, se observan dos procedimientos rituales diferenciados. En el primer caso, la ofrenda se consagra en el altar y las entrañas de los animales se ofrecen en el fuego del ara; en el segundo caso, la ofrenda se consagra en el suelo y las entrañas se ofrecen en la fosa. Las dos ceremonias más importantes, presentes tanto en la versión en alfabeto etrusco como en la de caracteres latinos, son el Piaculum (Tabla I y VI) y la Lustratio (Tabla I, VI y VII). Se trata de ritos de purificación referidos a la ciudad en el primer caso y al ejército en el segundo.