El ajedrez Venafro representa uno de los ejemplos más antiguos de este juego en Europa. En 1932, con motivo de unas obras realizadas en las inmediaciones de la Catedral de Venafro (IS), se recuperaron unos objetos elaborados en un cajón de ciervo, identificados como piezas de ajedrez. Las piezas, atribuidas al tipo islámico, son testimonio de la presencia árabe en Venafrum, ocupada entre los siglos IX y X por las tropas del emir de Bari. Este juego de estrategia, probablemente nacido en la India, fue uno de los Principales momentos de ocio en la Edad Media, introducidos en Europa gracias a la mediación de los árabes. La pieza más importante era el rey, flanqueado por otras figuras: caballos, obispos, torres y finalmente peatones, que representaban a la infantería. Sólo más tarde se introdujo la figura de la dama o reina, presente en la serie venafrana, de la que se conservan un total de 19 piezas.