Se representa a un personaje masculino de pie en el acto de perforarse el cuello con una espada corta mientras, con la mano izquierda, trata de sostener a una mujer moribunda que se desploma en el suelo. Las dos figuras descansan sobre un escudo ovalado y una vaina de espada de tipo celta, zona a la que remite la iconografía de los personajes de largos mechones y la indumentaria de tipo oriental de la mujer. La interpretación de los dos personajes como gálatas (población celta de Asia Menor) relaciona esta obra con la famosa escultura del galo agonizante conservada en los Museos Capitolinos. Las dos obras pertenecen a un mismo grupo estatuario, una copia en mármol del bronce original realizada por el célebre escultor Epígono por encargo del rey de Pérgamo Atalo I para celebrar su victoria sobre los gálatas en el 240 a. Las dos esculturas, el galo suicida y el galo moribundo, probablemente provienen del área de Villa Ludovisi donde en la época romana se encontraba el Horti Sallustiani que perteneció a Julio César. El hallazgo en la residencia cesárea hace pensar en las copias encargadas por el propio César como representación simbólica de las victorias contra los galos occidentales en los años 46-43 a.