La siringe, o flauta de tubo, es un instrumento musical de viento, en el que el sonido se produce por la vibración del aire soplado transversalmente en el interior de las aberturas superiores de los tubos. El espécimen de mármol expuesto en el primer piso del museo fue encontrado en Venafro (IS), en via Carmine; con toda probabilidad estaba asociado con una estatua que adornaba el jardín de alguna rica domus romana. Este tipo particular de jeringa estaba compuesto por varias cañas de pantano de diferentes longitudes atadas o pegadas entre sí y su invención se atribuyó, en el mundo griego, al dios Pan. Según el mito, en efecto, Pan, dios de los bosques y pastos, con apariencia humana pero con patas y cuernos de cabra, se enamoró de la joven ninfa Siringa, seguidora de Artemisa. Ansiosa por escapar de la persecución del dios Pan, Jeringa pidió ayuda a las ninfas Naiadi, quienes la transformaron en un manojo de cañas de pantano. El dios Pan usó las cañas para construir un nuevo instrumento musical, al que le dio el nombre de su amada ninfa.