La estatua, rehabilitada con partes irrelevantes según un uso en boga en los siglos XVII y XVIII, representaba originalmente a un joven atleta transformado con el añadido del nudo de rizos en la frente, atributo de la divinidad, a imagen del griego dios Dionisio. Similares alteraciones se aprecian también en las otras estatuas antiguas de la galería, encaminadas a hacer coincidir los temas de las esculturas con los del programa iconográfico general del suntuoso entorno.