Retrato de Antinoo, un joven bitinio favorito del emperador Adriano, que murió joven en el año 130 d.C. y luego deificado. La obra consiste en un fragmento antiguo -reconocible en el busto y en la parte izquierda y posterior de la cabeza- integrado en la era moderna. Las peculiaridades fisonómicas del joven son conocidas por las numerosas esculturas e imágenes numismáticas repartidas por todo el Imperio Romano. En la época moderna, la iconografía de Antinoo se hizo conocida sobre todo a partir del descubrimiento en Villa Adriana en 1735 de un relieve que lo representaba, hoy conservado en la colección Albani. Partiendo de la intuición del egiptólogo W. Raymond Johnson, en 2013 fue posible identificar la parte antigua que faltaba del busto de Antinoo de la colección Boncompagni Ludovisi con un fragmento de mármol conservado en el Instituto de Arte de Chicago.