Los Kayapò tienen un complejo sistema de celebraciones; uno de los rituales de paso más emblemáticos es el rito de iniciación me-î-tuk o "portadores del brazalete negro", que denota el paso de los niños de la pubertad a la juventud. Estos adornos son usados por los niños tanto durante su presentación a la comunidad como durante el ritual de bautizo, lo que les permite recibir el especial y hermoso nombre que los acompañará durante toda su vida. Las pulseras cuentan con decoraciones de diseño geométrico en fibras de corteza. De ellos cuelgan racimos de semillas leñosas, pintadas de urucum, unidas por colgantes de cuentas de vidrio y plumas de loro.