Esta armadura fue encontrada junto con otra similar en un castillo de la provincia de Brescia. Ambos comprados a Marzoli, solo uno pasó a formar parte de la colección cívica. Se trata de una armadura de campo abierto, un torneo a caballo en el que los contendientes se enfrentaban dentro de una competición pudiendo moverse libremente, y, por tanto, pudiendo golpear al adversario desde cualquier lado. Esto requería mejores protecciones y por ello se añadían piezas a la armadura, denominadas parches, que iban a proteger las partes más expuestas, dando al caballero el peculiar aspecto asimétrico.