Encontrado en 1825 en Milán, cerca de via Circo, el altar probablemente se utilizó para uso privado, como lo sugieren los temas representados que son típicos de larari (pequeños templos colocados en casas particulares) y deben interpretarse como un mensaje de buena suerte, según a un lenguaje simbólico muy extendido en la época augustea. El altar del lado A representa a la diosa Tellus (Tierra) o Ceres, con espigas de trigo, símbolo de fertilidad y abundancia; abajo, en mármol negro, hay una cabeza de Dionisio/Baco. El lado B representa Fortuna-Abundantia (Abundancia), con cuerno de la abundancia y timón apoyado en una rueda, símbolos de los trastornos del destino. El lado C reproduce la imagen de Hércules de pie apoyado en el garrote, con el leontè y una copa en la mano. El lado D presenta una Victoria alada, desnuda, con una palma en la mano izquierda y una corona vegetal en la derecha, en el gesto típico de la coronación del vencedor. La buena calidad de la pintura y de los temas cultos refleja el refinamiento y la cultura del cliente del monumento, quizás el propietario de una de las domus que, entre los siglos I y III d.C., caracterizan el barrio occidental de Mediolanum. El altar, que forma parte del mobiliario de una domus o collegium (sede de un gremio de artesanos o comerciantes), es uno de los rarísimos ejemplos de pintura romana en Milán, compuesto principalmente por pequeños fragmentos de paredes de residencias privadas.