En el interior de una prisión, la Santa de media figura tiene el rostro vuelto hacia la mano que aprieta el paño sobre su pecho sangrante, en alusión al martirio infligido a ella. Abajo es posible leer unas iniciales, quizás del autor de la pintura, identificadas por Carli (1938) y por Commodo Izzo (1951) en Andrea Vaccaro.