Aldo Londi fue un incansable narrador de sentimientos e intuiciones. Una vida volcada al arte: pintor, escultor y sobre todo ceramista. Londi fusiona tradición y modernidad para crear un producto actual. Su predisposición natural a la investigación le permite emprender valientes exploraciones y definir un nuevo léxico expresivo, encontrando apoyo y estímulo en la continua experimentación que inicia con el laboratorio químico de la fábrica de colores Colorobbia.