La Capilla de San Virgilio cerca de la catedral de Santo Esteban representa uno de los mejores ambientes interiores góticos conservados en Viena.
Puede parecer un poco extraño que esta capilla medieval se encuentre dentro de una estación de metro. De hecho, la Capilla de San Virgilio fue descubierta durante la construcción del metro en 1973 y se integró en la estación Stephansplatz de las líneas U3/U1. Tras una larga restauración, se reabrió al público en diciembre de 2015. La capilla se construyó alrededor de 1220/1230 y originalmente debía servir como cimientos para un proyecto de capilla de estilo protogótico. Alrededor de 1246, la capilla fue decorada con pinturas murales y cruces solares en las hornacinas. En épocas posteriores, se construyó encima de ella la iglesia de Santa María Magdalena. Hoy en día ya no existe, pero su planta sigue siendo visible en el pavimento de Stephansplatz. La construcción original era utilizada por una rica familia de comerciantes vieneses como lugar de recogimiento. Además, estaba equipada con un altar dedicado a San Virgilio (de ahí el nombre).
El local junto a la capilla de San Virgilio alberga ahora una exposición permanente sobre la Viena medieval. El tema principal de la exposición es la capilla misma, su génesis y posible uso, así como su ubicación a la sombra de la catedral de Santo Esteban. Otro tema central es el desarrollo espacial de Viena desde sus raíces romanas hasta el siglo XVI.