El Castillo de Schönbrunn, ubicado en el distrito de Hietzing en Viena, es una de las residencias imperiales más famosas de Europa y desde 1996 es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Originalmente utilizado como reserva de caza por los Habsburgo, fue transformado en el siglo XVIII en una lujosa residencia de verano de estilo barroco bajo el reinado de María Teresa.
El palacio cuenta con más de 1.400 habitaciones, algunas de las cuales son accesibles para visitas, incluyendo la Gran Galería rococó, los apartamentos privados de Francisco José y de la emperatriz Isabel (Sissi), las salas chinas y la Sala Vieux-Laque. Aquí se puede sentir la vida de la corte de los Habsburgo y admirar mobiliario original, decoraciones doradas y frescos.
En el exterior se extiende un magnífico parque de 160 hectáreas, con jardines barrocos, fuentes, estatuas y el famoso Laberinto. No se puede dejar de visitar la Gloriette, que ofrece una vista panorámica de Viena, y la Casa de las Palmeras, una de las más grandes de Europa. Dentro del complejo también se encuentra el Zoológico de Schönbrunn, el más antiguo del mundo.
El Castillo de Schönbrunn no es solo una atracción histórica, sino una experiencia completa que combina arte, arquitectura, naturaleza y diversión para toda la familia. Es una parada imprescindible para quienes visitan Viena.