Punta della Dogana invita a Pierre Huyghe a concebir, junto con la curadora Anne Stenne, una nueva e importante exposición que presenta un vasto núcleo de sus obras, algunas de las cuales proceden de la Colección Pinault.

Para Pierre Huyghe, el ritual de exposición es un encuentro con un contexto sensible que genera nuevas posibilidades de interdependencia entre los acontecimientos y elementos que se manifiestan. Sus obras están concebidas como ficciones especulativas que muchas veces se revelan como una unión de diferentes formas de inteligencia que aprenden, modifican y evolucionan a lo largo de la exposición.

Para Punta della Dogana, el artista francés crea su exposición más grande hasta la fecha, transformando el lugar en un medio dinámico, en una condición transitoria donde el tiempo y el espacio, como todo lo que pasa a través de él, visible o invisible, se convierten en parte integral de las obras de arte. .

La exposición es el lugar donde se forman subjetividades, con o sin cuerpo, que circulan y se manifiestan de manera impredecible a través de las obras que a su vez se convierten en entidades sintientes. Se crea un lenguaje desconocido, sin fin, sin destinatario, que se adueña de voces, gestos, imágenes y genera nuevas situaciones reales o ficticias.

Poblada por entidades inhumanas, humanas y no humanas, atravesada por fenómenos naturales o artificiales, la exposición explora, en tiempo real, las condiciones que permiten a diferentes entidades coexistir, a veces incluso hibridar, sin distinción jerárquica ni determinación específica.

Figura central en la búsqueda de las relaciones del arte con lo no humano, Pierre Huyghe adopta, desde sus primeras obras, una perspectiva distinta de la humana -inhumana- para dejar emerger lo que está fuera de nuestra comprensión, fuera de nuestra capacidad de experimentarlo. Pierre Huyghe cuestiona nuestra percepción de la realidad y propone, a través de la construcción de otras realidades posibles, volvernos extraños a nosotros mismos.