el PAV Parco Arte Vivente presenta Seeds of Time, primera exposición personal institucional de Alan Sonfist en Italia, comisariada por Marco Scotini. Artista estadounidense nacido en 1946, Alan Sonfist siempre ha puesto en el centro de su trabajo la relación entre arte y ecología con una práctica pionera en el debate contemporáneo y en la historia del movimiento de Land Art. Seeds of Time profundiza en los primeros años de actividad de Sonfist, con un enfoque en los años sesenta y setenta, destacando los aspectos pioneros de su trabajo. 

En sus obras e intervenciones, Sonfist expande el concepto de comunidad a los seres no humanos y concibe sus instalaciones como "monumentos públicos" que ya no solo miran los eventos de la historia humana, sino que celebran todo el ecosistema natural, revitalizando así la historia del medio ambiente y las diferentes especies de un lugar. Autodefiniéndose como un arqueólogo visual capaz de traer el pasado al presente, Sonfist colabora a menudo en estrecho contacto con científicos, biólogos, políticos, urbanistas, arquitectos en una práctica coral que puede durar años antes de llegar a una formalización completa. En comparación con los artistas de Land Art, en Sonfist siempre permanece central el interés por la interacción de la naturaleza en los ecosistemas urbanos, un concepto considerado bastante radical en su época, y que lo lleva a ver el presente como un ecosistema complejo que tiene raíces no solo en la historia humana, sino también en la vegetal, animal y mineral. 

Seeds of Time se abre con una nueva instalación encargada a Sonfist para esta exposición. Growth Between the Cracks (2025) es una obra que surge de la participación de la comunidad local, invitada por el artista a recolectar muestras de tierra en el perímetro de la ciudad de Turín en grietas de asfalto, en los intersticios de las aceras y en los espacios liminales generalmente ignorados. La instalación se inserta en una investigación más amplia que el artista ha llevado a cabo desde 1969, comenzando por fotografiar la naturaleza que se abre paso en el tejido urbano de Nueva York, para encontrar rastros de antiguos bosques. En esta versión realizada en Turín, las plantas y semillas contenidas en el suelo recolectado y posteriormente llevado al PAV forman un mapeo fragmentado de la ciudad, una exploración que cuenta la historia de una calle o un barrio a través de la presencia de vegetación autóctona o que evidencia migraciones a veces provenientes de eras o geografías lejanas.