La Fundación Merz en Turín presenta, desde el miércoles 11 de junio hasta el domingo 21 de septiembre de 2025, la exposición colectiva de los finalistas de la quinta edición del Premio Mario Merz, en el sector de arte, comisariada por Giulia Turconi. Los protagonistas de la exposición son Elena Bellantoni (Roma, Italia, 1975), Mohamed Bourouissa (Blida, Argelia, 1978), Anna Franceschini (Pavía, Italia, 1979), Voluspa Jarpa (Rancagua, Chile, 1971) y Agnes Questionmark (Roma, Italia, 1995).

La exposición se desarrolla en un recorrido que abarca los diferentes trabajos presentados por los cinco finalistas, que se destacan en la investigación artística y en la elección de materiales, compartiendo sin embargo algunos temas, como la atención al cuerpo y a importantes cuestiones sociales actuales. Los trabajos presentados ofrecen una inmersión total por parte del visitante, quien es invitado a involucrarse en la búsqueda de su propia interpretación de la sociedad contemporánea, la cual para cada artista se centra en un aspecto específico y una tonalidad diferente.

La exploración comienza con la instalación de video de Elena Bellantoni, una reflexión importante y significativa sobre las revueltas populares, en particular en cuatro países conectados entre sí por la "breadline", la "calle del pan" donde este elemento adquiere un valor social y cultural. En la instalación de Agnes Questionmark, la artista pone en juego su propio cuerpo que se convierte en un vehículo político desafiando las relaciones de poder dentro de nuestra sociedad actual. Voluspa Jarpa recibe al público en una experiencia sinestésica para descubrir los diferentes elementos que constituyen su trabajo, donde la vista, junto con el oído, evocan los eventos y su eco entre el pasado, el presente y el futuro. Anna Franceschini vuelve a la imagen del cuerpo representado en forma de máquina, donde el movimiento es central conectándose sin embargo a su naturaleza cinematográfica, con el objetivo de confirmar que el cine y su ilusión también pueden encontrarse en otros lugares. Por último, Mohamed Bourouissa confirma la atención al cuerpo y a los temas sociales como protagonistas indiscutibles de la exposición. En su trabajo de video, el artista explora la noción de control, la expropiación del cuerpo y las relaciones de dominio dentro del estado. Esta reflexión se concreta luego a través de las esculturas de aluminio fundido en las que se evocan las huellas y acciones que el cuerpo sufre, liberando la tensión durante mucho tiempo retenida.