El Museo Histórico y el Parque del Castello di Miramare es un museo situado cerca de Trieste. El Castello goza de una posición panorámica encantadora; se encuentra al borde del mar, en la punta del promontorio de Grignano, a unos diez kilómetros de la ciudad y está rodeado de un exuberante parque lleno de especies botánicas valiosas, realizado en simbiosis con la residencia. Construido entre 1856 y 1860 por encargo del archiduque Fernando Maximiliano de Habsburgo para habitarlo junto con su consorte, la princesa Carlota de Bélgica, el Castello ofrece el testimonio único de una lujosa residencia noble conservada con sus muebles interiores originales. Diseñado por el ingeniero austriaco Carl Junker, el edificio presenta un estilo ecléctico como lo profesaba la moda arquitectónica de la época. Los aromas mediterráneos y las formas austeras europeas recrean en Miramare un escenario absolutamente único gracias también a la presencia del mar, que dicta el color azul de las tapicerías de la planta baja del Castello e inspira nombres y muebles de diferentes ambientes. El museo cuenta con más de veintidós salas. La planta baja, destinada originalmente a los apartamentos privados, tiene un carácter íntimo y familiar, mientras que el primer piso, caracterizado por las tapicerías de color rojo con los símbolos imperiales, era el de representación, destinado a la celebración de la casa de los Habsburgo-Lorena y reservado a los huéspedes ilustres.
El Parque de Miramare, con sus veintidós hectáreas de superficie, es el resultado del arduo trabajo realizado a lo largo de muchos años por Maximiliano de Habsburgo en el promontorio kárstico de Grignano, que originalmente estaba casi desprovisto de vegetación. Para el diseño, Maximiliano contó con la colaboración de Carl Junker y del jardinero bohemio Anton Jelinek; se importaron grandes cantidades de tierra fértil y numerosas variedades de especies arbóreas y arbustivas, muchas de ellas de origen extraeuropeo. Los trabajos fueron seguidos constantemente por Maximiliano incluso después de su traslado a México, desde donde hizo llegar un gran número de plantas. El Parque, que en las intenciones del comitente debía ser una estación experimental de reforestación y aclimatación de especies botánicas raras, es un complejo conjunto natural y artificial, donde todavía hoy es posible respirar una atmósfera única, impregnada de significados estrechamente ligados a la relación entre el hombre y la naturaleza que era propia de la época. Exposiciones El Castello y las Ex Scuderie albergan regularmente exposiciones y actividades culturales en su interior.