La exposición Rive / Piere / Casère e il popolo delle colline , comisariada por Miro Graziotin , con fotografías de Arcangelo Piai y Corrado Piccoli , organizada en colaboración con la Fundación Benetton, ya está abierta en los espacios Bomben.

En la exposición y en el libro del mismo nombre (Antiga Edizioni), fruto de cinco años de "viaje" y trabajo, «Arcangelo Piai y Corrado Piccoli cuentan, con la fuerza pacífica y creadora de la luz», explica Miro Graziotin, «el ocaso, ¿definitivo?, de una cultura hija de una civilización que, dada por muerta, muestra sin embargo en los fragmentos montañosos una vitalidad inagotable rayana en la resistencia.

Caminando por estas agrestes extensiones acompañado por la perspicacia de Carlo Rubini y el censo cómplice de Daniele Ferrazza, uno percibe los latidos del corazón de esta tierra que, como su gente, es inquieta y en movimiento.

Y en esta Valdobbiadene el viajero los encuentra en las colinas, en las crestas, en los llanos... por todas partes casèi y casère; edificios silenciosos que destilan historia, en la solitaria postura del abandono; en esas segundas residencias se consumían vidas entre los Bancos y los viñedos en las tierras de Prosecco. Una vez traspasadas esas puertas, nos encontramos con el desecho de una civilización que habitualmente definimos como campesina; pero lo que transpira de las sombras son los simulacros de una civilización sin adjetivos, forjada por una humanidad industriosa y resistente en el fluir secular del trabajo y los oficios».

En las salas pintadas al fresco de los espacios Bomben, se expondrán unas setenta fotografías, en un itinerario expositivo dividido en tres secciones, "Lugares, cosas y un hombrecito", cada una de las cuales centra la mirada en uno de los tres aspectos en el centro de la investigación: las geografías de una pequeña parte del área de Prosecco Hills, las estructuras (casèi y casère) que la salpican y han ayudado a darle forma, las mujeres y los hombres que aún la habitan, la viven y la cuidan .

Un video en exhibición dará voz a la gente de los cerros, a algunos de los que han optado por quedarse, o por regresar, “no para pedir nostálgicos retrasos, sino para describir el discreto orgullo de quienes con el esfuerzo nutren un futuro”. y pasión que sólo la tierra puede exigir con inusitada intensidad».