El Teatro Romano de Teanum Sidicinum fue construido a finales del siglo II a.C. El Teatro formaba parte de un conjunto arquitectónico formado por una gran terraza artificial sobre la que también había un templo que parece haber estado dedicado a Apolo. Cuando, a principios del siglo III dC, el teatro fue completamente renovado a instancias del imperio, a instancias de Septimio Severo y completado por Gordiano III, asumió formas grandiosas. En época tardoantigua y medieval sobre las ruinas del edificio, que probablemente se derrumbó a causa de un terremoto, se instaló una obra para la recuperación y reutilización de materiales arquitectónicos de mármol. Entre los siglos XII y XIII se construyó sobre la ahora cavea subterránea un barrio artesanal para la producción de ladrillos y cerámica. En la época moderna del teatro antiguo sólo quedaba un vago recuerdo. Un camino rural pasaba sobre las ruinas de la escena, se montaba sobre las estructuras ahora casi enterradas y se deslizaba bajo las bóvedas del deambulatorio mediano para luego salir y continuar hacia el centro medieval. El aspecto antiguo y oculto de las ruinas hizo que la zona fuera denominada "las Cuevas" y, para proteger al viajero, se instaló una capilla con un altar dedicado a la Virgen. Las primeras exploraciones sistemáticas del monumento se llevaron a cabo a principios de la década de 1960 por Werner Johannowsky. Luego de algunas intervenciones de excavación y restauración en la segunda mitad de la década de los 80, a partir de 1998 se concibió un proyecto articulado de exploración, restauración y puesta en valor del sitio, que duró más de una década. Los descubrimientos realizados a lo largo de los años permitieron esclarecer muchos aspectos del conjunto monumental y las restauraciones realizadas, tanto con fondos nacionales como con fondos de la Unión Europea, permitieron devolver al uso público el antiguo edificio, que también podría acoge importantes representaciones teatrales. Todo un sector del Museo Arqueológico de Teanum Sidicinum está dedicado al Teatro de Teano, con maquetas reconstructivas del conjunto en sus distintas fases, restos arquitectónicos, entre ellos arquitrabes y capiteles ricamente decorados, y esculturas de gran valor.