El Monumento Castel Sant'Angelo, o Mausoleo de Adriano, se encuentra en la margen derecha del Tíber, frente al Puente de Sant'Angelo y no lejos del Vaticano.

El Castel Sant'Angelo ha tenido un destino atípico en el panorama histórico-artístico de Roma. Construido alrededor del año 123 d.C. como tumba para el emperador Adriano y su familia, mientras todos los demás monumentos de la época romana quedaron arrasados, reducidos a ruinas o canteras de materiales estropeados para ser reciclados en edificios nuevos y modernos, el Castel Sant'Angelo - a través de una serie ininterrumpida de desarrollos y transformaciones que parecen deslizarse unos sobre otros sin interrupción- acompaña el destino y la historia de Roma durante casi dos mil años.

De monumento funerario a puesto fortificado, de prisión oscura y terrible a espléndida residencia renacentista que ve a Miguel Ángel activo entre sus muros, de prisión del Resurgimiento a museo, el Castel Sant'Angelo encarna en los solemnes espacios romanos, en los imponentes paredes, en las suntuosas salas decoradas con frescos, los acontecimientos de la Ciudad Eterna, donde el pasado y el presente aparecen indisolublemente unidos.

Desde su creación en 1925, el Castel Sant'Angelo ha sufrido numerosas transformaciones e intervenciones, consolidándose en la realidad cultural capitolina como un centro activo, capaz de catalizar el interés de los millones de visitantes que acuden cada año a sus espacios para visitar sus sugerentes salas, admirar las preciosas colecciones de pinturas y artefactos, disfrutar de las numerosas exposiciones y exposiciones temporales que tienen lugar en el interior del Castillo durante todo el año.