El jueves 25 de mayo, en la Galería Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo se rinde homenaje al gran coleccionista Tommaso Fontana al exhibir una selección de obras del artista Mario Nigro, pertenecientes a su colección histórica, en la exposición Tommaso Fontana – Mario Nigro. Singularidad y rigor.

He aquí las palabras del crítico de arte Giuseppe Appella en referencia a la exposición: "Una relación equilibrada entre lo individual y lo universal, lo inconsciente y lo consciente, lo inmutable y lo cambiante, la convicción de que «la mirada puramente plástica debe construir una nueva sociedad, como creó una nueva representación del arte», están en el origen de la larga meditación del pensamiento neoplásico de Mondrian, de las experiencias de Mario Nigro en el campo del espacio total y del tiempo total, de la maduración de Tommaso Fontana como coleccionista que, dividido entre Fontana y Capogrossi, Albers y Burri, Max Bill y Castellani, Magnelli y Hartung, Pistoletto y Paolini, al final elige a Nigro para escapar a cualquier malentendido de interpretación y valoración de la obra de arte”.

Difícil elección, sólo si se piensa en el lento y progresivo viaje de Nigro desde el naturalismo hasta la más pura abstracción, y en la calidad de este viaje que, precisamente en el año en que Tommaso Fontana señala el inicio de la colección de obras de su amigo (Composición abstracta, 1949), nunca excluye la presencia total del hombre empeñado en una búsqueda de la pureza plástica mediante la reducción del medio a la simple manifestación de relaciones basadas en líneas ascendentes que se cortan en ángulo recto o agudo y destierra la línea curva, la ilusión espacial y toda referencia a la técnica impresionista y expresionista (Construcción, 1951). Sin embargo, sin caer en el reconocimiento místico de lo absoluto ni hacer tabula rasa del mundo de las apariencias que se transmiten rigurosamente, como vehículos inmediatos del pensamiento, sobre la superficie plana del lienzo o del papel dispuestos a acoger, en un equilibrio asimétrico, la relación dinámica entre el tiempo y el espacio.

El horizontal-vertical de Mondrian se convierte en el vertical-oblicuo de Nigro que redescubre el horizonte sólo al final de su vida, cuando la reserva, la soledad y la exaltación que lo acompañaron durante décadas encuentran una unidad perfecta en la medida y libertad de un dato neoplásico. sin compromisos, donde se afirma la depuración y profundización de la realidad sensible.