La exposición Luigi Bartolini grabador rinde homenaje a uno de los artistas marchigianos más complejos e interesantes del siglo XX italiano, a sesenta años de su fallecimiento.

Fuertemente deseada por su hija, Luciana Bartolini, quien preside el Archivio Luigi Bartolini, la exposición está alojada en la Galleria Nazionale d’Arte Moderna e Contemporanea de Roma, del 26 de junio al 1 de septiembre de 2024, y sigue a las exposiciones ya dedicadas recientemente en Macerata (Musei Civici di Palazzo Buonaccorsi) y Urbino (Palazzo Ducale).

Luigi Bartolini (Cupramontana, 1892 - Roma, 1963) fue uno de los grabadores más importantes del siglo pasado, un experimentador incansable, polifacético y ecléctico, también fue pintor y crítico de arte, escritor de poesía y prosa de notable valor literario, entre ellas Ladri di biciclette - publicado por la editorial romana Polin en 1946 - su obra maestra, inmortalizada por Cesare Zavattini y Vittorio De Sica en la película homónima ganadora del Oscar en 1948.

A partir de una idea de Vittorio Sgarbi, la exposición es curada por Alessandro Tosi - profesor asociado de historia del arte moderno en la Universidad de Pisa -, promovida por el Archivio Luigi Bartolini, producida y organizada por AMIA - Associazione Marchigiana Iniziative Artistiche, con la coordinación científica de Stefano Tonti y Arianna Trifogli, con el apoyo de la Fondazione Roma y el patrocinio de la Fondazione Marche Cultura.

Artista contemporáneo a su época, Bartolini pronto se convirtió en un punto de referencia para los jóvenes artistas e intelectuales de su tiempo. Siempre estuvo animado por un profundo tormento interior y una feroz tensión polémica hacia la realidad, que reflejó en sus obras con un estilo extremadamente poético, pero inquieto, insistente y a veces brusco. 

A través de la observación de sus evocadoras aguafuertes, la exposición en la GNAM busca arrojar luz sobre el punto central de la reflexión bartoliniana, es decir, el proceso generativo del arte, considerado el único momento en el que es posible revelar una verdad diferente y más profunda, de la cual el artista siempre intentó ser portavoz.