Comisariada por Marianna Vecellio

Ganador del premio illy Present Future 2017 con la obra Soundtrack for a Troubled Time (Banda sonora para tiempos difíciles), 2017, adquirida para las Colecciones del Museo de Arte Contemporáneo Castello di Rivoli gracias a la Fundación de Arte Moderno y Contemporáneo CRT, Cally Spooner presenta Everything Might Spill en la sala de proyectos de Manica Lunga

A través del trabajo performativo y herramientas como la escritura, el sonido y el cine, Spooner escenifica repeticiones absurdas de la retórica política, económica y mediática actual, en la que el orden patriarcal también controla el propio tiempo y la productividad relativa. Usando referencias que incluyen la filosofía y las ciencias sociales, el artista investiga las formas en que la difusión generalizada de la tecnología está alterando tanto el cuerpo como la mente del individuo contemporáneo. “Cally Spooner - escribe Marianna Vecellio, curadora de la exposición - explora las formas en que la subjetividad contemporánea y el cuerpo humano están sujetos a cambios continuos dictados por la condición tecnológica. A través de instalaciones, escrituras y performances, sus obras analizan las influencias de la violencia invisible que se propaga en la era digital y examinan el concepto de erosión física y ontológica del ser vivo en un presente dominado por los datos digitales.

La investigación artística de Spooner se centra en la forma en que “el aparato tecnocapitalista avanzado amenaza con drenar la vida a través de la optimización de los afectos, los cuerpos y el lenguaje y se pregunta cómo podríamos fusionarnos con este tecnoaparato, transformando y movilizando afirmativamente esta alienación posthumana”. Sus exhibiciones y performances están ancladas en procesos filosóficos feministas e incorporan física, acústica y conceptualmente los conceptos de durabilidad, erosión, mantenimiento, destrucción y colapso como prácticas de resistencia frente a las repentinas fluctuaciones globales de los mercados financieros, el flujo imparable de datos digitales , y la exigencia imperativa de productividad que la sociedad capitalista impone a cada individuo”.

En Everything Might Spill, 2018, un dibujo mural que muestra la imagen ampliada de un órgano humano se relaciona con una fuente de la que brota un líquido reconocidamente tóxico. La instalación puede interpretarse como una inquietante reflexión sobre la condición humana, sujeta a una creciente y obsesiva dependencia de la tecnología, hasta el punto de avanzar hacia mutaciones incontrolables e irreversibles.