El Centro Luigi Pecci de Arte Contemporáneo presenta una selección de imágenes fantásticas de Animani , la primera de una variada serie de inventos creados por Mario Mariotti pintándose las manos, en formas que originalmente se inspiraron en huellas humanas y juegos de sombras, y luego se desarrollaron en un Proyecto de vida aún en progreso.

Plinio el Viejo escribió que no tenemos un conocimiento cierto del inicio del arte de la pintura… pero todos coinciden en que se originó al dibujar líneas alrededor de la sombra humana.

Mario Mariotti se hace eco de esto casi diecinueve siglos después, diciendo que nuestra cultura cada vez más visual tiende a hacer coincidir la producción de imágenes con la vida cotidiana, hasta el punto de confundirnos. Pero la compañía de nuestra fiel sombra todavía parece suficiente para restaurar nuestra imaginación, con la complicidad de una pequeña luz, para llevarnos de regreso a la maravilla intacta contenida dentro de la cueva: la huella de una mano, de la que no podemos alejarnos.

Por un momento, en las coloridas representaciones de un bestiario, Mariotti fija nuevas criaturas generadas por la conjunción ilusionista entre imágenes de animales y movimientos de las manos, invitando a cualquiera a intentarlo: sólo queda -como afirmó- es arremangarse. y sumergirse en el color y la imaginación para dar a luz tantas Almas nuevas como la jaula de un libro no puede contener, que se mueven libremente y nunca están en peligro de extinción.