Nuoro y Monte Verità, todo empezó aquí. En dos islas ideales, dos tierras fronterizas y, al mismo tiempo, de pertenencia. Lugares magnéticos y ricos en historia, que el pasado mes de abril acogieron a los protagonistas de la exposición colectiva Die Zauberberge_Las montañas encantadas. Las residencias, creadas en colaboración con la Fundación Monte Verità de Ascona, contaron con la participación de seis artistas, tres sardos y tres suizos, que durante la investigación período en el que discutieron temas comunes.

Los artistas de origen suizo – Tonatiuh Ambrosetti, Maya Hottarek, Lisa Lurati – llevaron a cabo una investigación sobre la rica identidad local en el territorio sardo. Al mismo tiempo, tres jóvenes artistas sardos - Giaime Meloni, Elena Muresu, Marco Useli - han habitado Monte Verità y los espacios de la famosa "colina de la utopía", donde la arquitectura, el arte y la danza siempre han dialogado de manera virtuosa. Un paraíso anarquista que ha atraído a pensadores, pintores, escritores, filósofos y diseñadores de todos los rincones de Europa: del anarquista Kropotkin al coreógrafo húngaro Rudolf von Laban, del dadaísta Hugo Ball al arquitecto Walter Gropius, del artista Hans Arp a Karl Gustav Jung, hasta el gran curador Harald Szeemann.

Las obras expuestas en Die Zauberberge_Las montañas encantadas representan el resultado de esta investigación, una mirada contemporánea a lugares simbólicos de componentes primordiales, del espiritismo y la autarquía. Son fotografías, esculturas, gráficas, instalaciones, obras forjadas desde una experiencia única, desde el viaje y el aislamiento, desde la belleza salvaje y exuberante de la naturaleza, desde el soplo absoluto de los bosques de la memoria arcaica.