Arquitecturas de la naturaleza. Cúpulas de semillas y catedrales de hilos de hierba. La artista alemana, toscana de adopción, presenta en el MAN una amplia instalación que salpica el piso noble del museo con esculturas ligeras e impalpables, un himno a la ligereza de la naturaleza y, al mismo tiempo, a su complejidad. Habilidosas en izar esculturas hechas de dientes de león, tallos, vainas o crines de caballo, las manos de Christiane Löhr elevan en el espacio delicadas estructuras arbóreas, construyen paisajes mínimos. A las nuevas formas abstractas para pequeños templos silvestres se suma, para la ocasión, un homenaje a Cerdeña, donde la autora presenta pequeños montones de granos o semillas, evocando torres y construcciones nurágicas. Sin embargo, la inspiración natural no se convierte, en la búsqueda de Löhr, en un testimonio didáctico de la vegetación y sus especies. Su reflexión sublima la materia en una dimensión de abstracción radical y de forma absoluta, hecha de equilibrio y proporción entre los elementos, sentido del espacio y valor del vacío. El recorrido de la exposición también incluye una selección de dibujos en papel, realizados con óleo pastel, grafito o tinta, fruto de un proceso escultórico similar, en el que las fibras del papel son frotadas y rayadas como materia plástica.