Concebida por Sylvain Bellenger , director del Museo Capodimonte, con los comisarios Stefano Causa y Patrizia Piscitello , la exposición Luca Giordano. De la naturaleza a la pintura se presenta como un relato espectacular en imágenes.

Giordano es el más grande pintor napolitano del siglo XVI, así como el más prolífico.

En Nápoles fue el primero en liquidar el furor heroico de la pintura de Caravaggio con una escritura sin escrúpulos y colorista.

Intolerante con los límites del encuadre, amplió la elección de temas que, entre los amigos de Caravaggio, se restringía a un escuadrón muy reducido.

Giordano reinventa el barroco romano en una versión agresiva y como desatada: Rubens, Cortona y Bernini siempre están detrás. Pero está claro que para saltar mejor hizo una larga carrera, eligiendo entre los maestros, Tiziano y Veronés. Y fue una mecha rápida: joven y ya rico , su fama había traspasado las fronteras del Virreinato, superando a la competencia en algunos de los mercados más competitivos del país.

Los que están contentos no disfrutan, sobre todo si son inquietos: pero difícilmente se hubiera imaginado que a los cincuenta años -edad que para la época era plena vejez- se trasladaría a España , haciéndose pintor de corte y decorando paredes sobre paredes. entre Madrid y El Escorial.

El patrón de la juventud de Goya, el mayor pintor español entre Velázquez y Picasso, se llama Giordano. Pero es innegable que el rostro barroco de Florencia, la ciudad menos barroca del mundo, es invención suya.