La Fundación Donnaregina para las artes contemporáneas - museo Madre presenta del 18 de abril al 21 de julio la exposición Euforia Tomaso Binga, comisariada por Eva Fabbris con Daria Kahn, diseño de la exposición Rio Grande: es su retrospectiva museística más amplia y presenta los cuarenta años de su práctica artística a través de más de ciento veinte obras entre poesías visuales, instalaciones, fotografías, collages, documentos, testimonios de performances - muchas de las cuales se muestran por primera vez o décadas después de su primera exposición - provenientes de museos y colecciones privadas.

El título de la exposición surgió durante las conversaciones entre la artista y Eva Fabbris: Euforia - palabra especialmente querida por Binga porque contiene todas las vocales, fonéticamente universal y extrovertida - se convierte en "un título-manifiesto - explica la comisaria - un deseo, una necesidad política de resistencia" y distingue tanto su enfoque a la práctica verbo-visual como al feminismo.

"El trabajo de Binga desafía las convenciones sociales y culturales - afirma Angela Tecce, presidenta de la Fundación Donnaregina - explorando temas relacionados con el género y la crítica del lenguaje. (...) Ejemplos emblemáticos de su contribución son los alfabetos en los que el cuerpo de la artista asume las formas de las letras, una síntesis entre lenguaje verbal y visual."

Tomaso Binga, seudónimo de Bianca Pucciarelli Menna (nacida en Salerno en 1931, vive y trabaja en Roma), artista que desde 1971 ha optado por ingresar al mundo del arte con un seudónimo masculino para resaltar los privilegios del hombre también en el campo cultural: "Mi nombre masculino - dice Binga - juega con la ironía y el desconcierto; quiere poner al descubierto el privilegio masculino que impera en el campo del arte, es una protesta a través del paradoja de una superestructura que hemos heredado y que, como mujeres, queremos destruir. En arte, sexo, edad, nacionalidad no deberían ser discriminantes. El Artista no es un hombre o una mujer sino una PERSONA".

En su práctica de cuarenta años ha hablado del cuerpo femenino como un significante de libertad a través de su original poesía visual y sus performances, jugando con las palabras para afirmar un feminismo alegre caracterizado por la irreverencia, el humor, la denuncia.

La exposición es el resultado de dos años de investigaciones realizadas en estrecha colaboración con la artista y su archivo y se desarrolla con un recorrido temático en las dieciocho salas del tercer piso del museo con un montaje experimental del trazado circular ideado por el colectivo multidisciplinario Rio Grande en diálogo con Tomaso Binga.