Antica straniera es el título de la exposición que reúne las obras de Braconi y Dorigatti , fruto de un intenso trabajo durante la residencia en la Casa degli Artisti en los primeros meses de 2022.

Artistas de distintas generaciones, Lara Ilaria Barconi (1992) y Piermario Dorigatti (1954) compartieron durante tres meses el gran atelier del segundo piso, dejando que la proximidad, el espacio y la luz natural difusa generaran entre ellos una continua confrontación y experimentación. extraño que la pintura es para ellos.

En las obras de Piermario Dorigatti destacan elementos típicos de su figuración junto con una mayor intensidad de la luz, que parece haberse mezclado en el amarillo elegido, dotando a las obras de una evidente vitalidad. El sentido del drama y el juego representan dos polaridades, que coexisten en equilibrio en un teatro del absurdo. La memoria de la que Dorigatti extrae su imaginación se vierte en los lienzos con absoluta frescura, originalidad y relevancia pictórica.

Si para Dorigatti el trabajo sobre la Casa fue un sobresalto inmediato y constante que lo llevó inmediatamente a dibujar bocetos de figuras que variarán poco en su estructura final, en la obra de Lara Ilaria Braconi asistimos a una metamorfosis visceral.

Unos trescientos dibujos a carboncillo y acuarela fueron el principio del cambio: signos primitivos y formas rudimentarias imbuidas de tintas. Al mismo tiempo, los lienzos comenzaron a pasar por pasajes de estratificación y sedimentación de colores, formas e imágenes que típicamente se superponen en la pintura de Braconi: de un día para otro las pinturas cambiaron, trayendo más posibilidades a la imagen, multiplicando los paisajes. A partir de esta magmaticidad y diferenciación matérica -guiada por dibujos, apuntes visuales esenciales- la obra de Lara ha evolucionado hacia dos macrocategorías.