Milán, 4 de diciembre de 2023 – En los espacios de Armani/Silos se inaugura la exposición Aldo Fallai para Giorgio Armani, 1977 – 2021: la historia, combinada en el presente, de casi treinta años de diálogo artístico ininterrumpido entre Giorgio Armani y Aldo Fallai. Comisariada por Giorgio Armani, Rosanna Armani y Leo Dell'Orco, la exposición explora los límites de una colaboración única, que definió la esencia misma de una estética que ha incursionado en el imaginario colectivo.

La colaboración artística entre Aldo Fallai - florentino, nacido en 1943 - y Giorgio Armani comenzó a mediados de los años setenta, incluso antes de la aventura en solitario del diseñador, y luego continuó hasta principios de los años 2000 y se reanudó en los últimos años. En el momento del primer encuentro, Armani es un joven estilista independiente; Fallai, graduado del Instituto de Arte, es un diseñador gráfico con una feliz inclinación por la fotografía. El acuerdo es inmediato. La primera, consciente de los cambios sociales en curso que hacen que las mujeres adquieran poder y los hombres se vistan con mayor conciencia, está decidida a reescribir las reglas de la vestimenta, creando un verdadero estilo de vida. El segundo le acompaña en la definición de un imaginario en el que evocaciones cinematográficas y guiños neorrealistas se mezclan con ecos del último Renacimiento y de la pintura manierista, en una puesta en escena que huele a vida y, por tanto, es profundamente auténtica. El uso del blanco y negro, y la abstracción narrativa resultante, es la elección ganadora: las imágenes son, de hecho, inmediatas y atemporales, pura invención pero como capturadas en un instante real. Juntos aspiran a pintar escenas de la mejor vida posible, situaciones en las que el espectador pueda verse reflejado, y lo consiguen porque las imágenes son ante todo retratos o fotogramas de un largometraje: aunque concebidas para dar a conocer las colecciones, centrarse en el carácter de los personajes, haciendo de la ropa un sutil complemento del ser, reflejando la idea del diseñador de que la elegancia no se trata de hacerse notar, sino de ser recordada.

El recorrido narrativo se desarrolla en dos plantas y recoge, en riguroso orden aleatorio, alrededor de doscientas cincuenta tomas, aparecidas en revistas o transformadas en carteles de fuerte impacto mediático. La exposición combina imágenes realizadas para diferentes líneas: la foto con el cachorro de tigre, tomada en Palermo, cuando la compañía se refugia en un día lluvioso en el circo Togni; ahí está la mujer profesional interpretada por Antonia Dell'Atte, retratada mirando directamente hacia un futuro brillante, en medio de la multitud en via Durini, bajo las oficinas de Armani. Ahí está, de nuevo, la laguna veneciana evocada en el estudio, y las estatuas del Foro Itálico, traducidas en un juego de sombras claras y gráficas. Son fotografías familiares y sorprendentes, creadas con inventiva e inteligencia.