La Cripta del Pecado Original fue el lugar de culto de un monasterio rupestre benedictino de época lombarda. Está adornado con un ciclo de frescos fechados entre los siglos VIII y IX, pintados por el artista conocido como el Pintor de las Flores de Matera y que expresan las características históricas del arte benedictino-beneventino. El muro izquierdo está animado por tres hornacinas, en las que se representan respectivamente las triarquías de los Apóstoles, la Virgen Reina y los Arcángeles. La pared del fondo, en cambio, está animada por un gran ciclo pictórico que representa episodios de la Creación y del Pecado Original.