“En aquellos tiempos siempre era fiesta. Solo tenías que salir de casa y cruzar la calle para volverte loca, y todo era tan hermoso, especialmente de noche, que al regresar agotadas aún esperaban que algo sucediera…”

La Bella Estate, Cesare Pavese

En ocasión de los 30 años de la Fundación Sandretto Re Rebaudengo, la exposición La Bella Estate comisariada por Tom Eccles, Liam Gillick y Mark Rappolt en Palazzo Re Rebaudengo (Guarene, CN) busca capturar la frenesí de los años 90, la primera y formativa década de la colección Sandretto Re Rebaudengo. La exposición entrelaza tres hilos narrativos: la historia de la colección y sus orígenes; las trayectorias de influencia y diálogo encarnadas por las obras individuales; la narración, más personal, de Patrizia Sandretto Re Rebaudengo y su familia, y cómo su pasión privada evolucionó en un espacio para el discurso público.

Incluyendo obras de casi treinta artistas, La Bella Estate imagina un espacio en transición: una histórica casa familiar - Palazzo Re Rebaudengo - que refleja tanto la reconfiguración de los pisos inferiores como una serie de galerías contemporáneas, datando de mediados de los años noventa y obra de los arquitectos Corrado Levi, Alessandra Raso y Alberto Rolla, como el palacio original del siglo XVII; privado y público a la vez; simultáneamente en el pasado y en el presente. Dentro de los muros del Palazzo, La Bella Estate evoca el espacio de la invención y la creación, un espacio que es a la vez ficticio y factual, repoblado a través del arte, artefactos y objetos efímeros. Estos sugieren un período de experimentación constante, ocurrido justo antes de la globalización de ese mundo del arte del cual la mecenas y filántropa Patrizia Sandretto Re Rebaudengo se convertiría en protagonista, y sugieren, al mismo tiempo, las formas en que ese período anticipa el mundo globalizado en el que vivimos hoy. Por un lado, la exposición celebra las obras de artistas coleccionadas durante la década formativa de los años noventa, por otro lado, mira hacia el futuro en cómo los pensamientos contenidos en esas obras continúan “caminando”, como en un verano interminable, a través de otras obras que han sido directamente influenciadas por las de la colección o que han retomado las ideas exploradas en ellas y las han llevado adelante. Así como la colección misma, estos “rebotes” atraviesan el tiempo y el espacio, incluyendo, por ejemplo, obras de Julian Opie asociadas a un video de Ayoung Kim, o el diálogo entre las obras de Philippe Parreno y Ho Tzu Nyen, subrayando que la conversación, el debate y la charla son las fuerzas impulsoras de la colección en su conjunto.