Encaramado en una colina en el espléndido Val Venosta, Castel Juval alberga el museo que Reinhold Messner quiso dedicar al “mito” de la montaña. Para muchos pueblos del mundo la montaña es sagrada, desde el Olimpo hasta Ararat, desde el Sinaí hasta Kailash, desde Fujiama en Japón hasta Ayers Rock en Australia. El museo alberga una colección de pinturas con vistas a las grandes montañas sagradas, una preciada colección de reliquias y máscaras tibetanas de los cinco continentes, la sala Tantra y, en el sótano, el equipamiento que utilizaba Reinhold Messner en sus expediciones. Cerca del museo, hermoso y emocionante, se pueden visitar los viñedos en pendiente de la finca Unterortl y el restaurante Schlosswirt Juval que sirve platos típicos.

Construido por Hugo von Montalbán en 1278, el castillo de Juval se encuentra en un sitio prehistórico. Desde 1368 perteneció a los señores de Starkenberg. Se sucedieron numerosos cambios de propiedad hasta que fue comprada por la familia Sinkmoser en 1540, cuando alcanzó su máximo esplendor. La propiedad pasó luego a la familia Hendl, que en 1813 la vendió al agricultor Josef Blaas. Posteriormente, el castillo cayó en mal estado. En 1913 Juval fue comprado por el holandés William Rowland quien lo restauró de manera ejemplar. En los años de la Segunda Guerra Mundial se inició una nueva etapa de abandono.
Con la llegada de Reinhold Messner en 1983, Juval vuelve a la vida. Messner ha restaurado la mansión conservando las características arquitectónicas de las tres diferentes fases de construcción al combinar las murallas medievales con elementos modernos y colecciones de arte. Además de ser el hogar privado de la familia Messner, hoy en día el castillo también alberga un extraordinario museo que forma parte del circuito Messner Mountain Museum.

ph Crédito: Georg Tappeiner - Magdalena Messner - Matthias Leidgschwendner - Gerhard Hagen