En el corazón del Eixample de Barcelona se encuentra la extraordinaria Basílica de la Sagrada Família, la obra visionaria de Antoni Gaudí, iniciada en 1882 y aún en construcción. Este monumento único en el mundo es uno de los símbolos más reconocibles de Barcelona y representa el apogeo del modernismo catalán.
La basílica se caracteriza por tres fachadas monumentales: la Natividad, rica en detalles esculpidos que celebran la vida, la Pasión, más austera y dramática, y la Gloria, dedicada al renacimiento espiritual. En su interior, columnas inclinadas y vidrieras multicolores crean un ambiente luminoso y sugestivo, inspirado en la naturaleza y en el árbol como estructura viviente.
Está prevista la apertura de la torre central dedicada a Jesús para el 2026, justo en ocasión del centenario de la muerte de Gaudí, mientras que la finalización definitiva de toda la obra se estima alrededor del 2034. A pesar de estar incompleta, la construcción sigue atrayendo a millones de visitantes gracias a su belleza arquitectónica y al profundo simbolismo religioso.