A partir del domingo 21 de septiembre de 2025, cobra forma la más grande antológica jamás dedicada a Mattia Moreni, figura central e inquieta del arte italiano de la posguerra. El proyecto Mattia Moreni. Desde la formación hasta "El último estremecimiento antes de la gran mutación", a cargo de Claudio Spadoni, es un recorrido que involucra cinco museos de la Romagna: un homenaje coral a un artista que atravesó las principales corrientes del siglo XX - desde el neocubismo hasta lo informal - sin adherirse pasivamente a ninguna. Nacido en Pavía en 1920 y formado artísticamente en Turín, Mattia Moreni encontró en la Romagna no solo un refugio, sino su patria electiva: un territorio que marcó profundamente su vida y su arte. Precisamente de este vínculo parte el proyecto expositivo, que tiene como objetivo reinterpretar su obra poniendo de relieve su papel de lúcido comunicador y extraordinario anticipador de temas hoy más que nunca actuales.

Para abrir el ciclo expositivo está el Museo Cívico delle Cappuccine de Bagnacavallo, en la sede dedicada al arte contemporáneo del Ex Convento de San Francesco, con la exposición "Desde los inicios hasta los carteles", a cargo de Davide Caroli. Promovida por el Municipio de Bagnacavallo y la Asociación "Mattia", y organizada en colaboración con el Museo Cívico delle Cappuccine, la exposición estará abierta al público desde el 21 de septiembre de 2025 hasta el 11 de enero de 2026.

Más de 40 obras en exposición, procedentes de prestigiosas colecciones públicas y privadas - muchas de las cuales raramente son visibles - incluyendo algunas obras presentadas en la Bienal de Venecia, en la que Moreni participó varias veces a partir de 1948, en la Quadriennale de Roma y en importantes museos europeos. El recorrido se centra en los primeros veinte años de su actividad, un período lleno de premios y reconocimientos, marcado por las influencias de los pintores nórdicos, del Liberty y de los Ferrareses del Quattrocento. Acompañando a las obras, una documentación detallada que muestra la vitalidad de su temporada juvenil, inmediatamente acogida con interés por la crítica, incluido un joven Italo Calvino que en 1946 escribió "Espiritado, diabólico, lunático, irracional, caprichoso, extravagante, joven pintor de desbordante fantasía y orgullosos propósitos".