En el corazón de un denso bosque se retrata una extraña escena: ¿qué hacen estas tres mujeres de mirada impasible? Están comprometidos en una curiosa ceremonia. Arrodillado en el centro, uno de ellos parece estar haciendo una ofrenda frente a una llama ardiente sobre una roca. ¿Será un altar de formas sobrenaturales? Podemos ver un animal dormido plácidamente. El color verde ocre le permite mimetizarse con el resto de la maleza. Paul Sérusier aplica aquí los principios pictóricos del sintesis, heredados de la Escuela de Pont-Aven y de Paul Gauguin. Los troncos pulcros no muestran sus ramas, lo que le da a este bosque un aspecto desproporcionado. La perspectiva fue prohibida, como en el arte de las estampas japonesas, que influenció a los artistas occidentales.
El movimiento Nabi, heredero de los principios de la Escuela de Pont-Aven, se aleja de la realidad simplificando las formas y reduciendo la paleta cromática. Para estos artistas “toda obra de arte es una transposición, una caricatura, el equivalente pasional de una sensación recibida”. Inspirándose en el bosque de Huelgoat, una región salvaje, el arte de Sérusier también forma parte del movimiento simbolista: allí encuentra material para crear una obra mística y atemporal.
© Musée des beaux-arts de Quimper.
Título: El hechizo (La arboleda sagrada)
Autor: Paul Sérusier
Fecha: 1891
Técnica: Pintura al óleo sobre lienzo
Expuesto en: Museo de Bellas Artes de Quimper
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