El dibujo Casa en construcción, que data de 1910, enmarca el esqueleto de un edificio recortado más allá de la cerca que lo separa de la carretera que está frente a él, donde un caballo con la cabeza gacha arrastra un carro tras el cual camina la insinuada figura de un hombre. El edificio de cuatro plantas con cubierta a dos aguas está rodeado por las celosías regulares de andamios, tras las cuales destacan los agujeros negros de los grandes ventanales sin marcos, que muestran el interior inacabado. El carácter estático de la composición, sostenido por la línea horizontal de la valla y por las líneas verticales del marco que se eleva hacia el cielo, está animado por la visión accidental de la casa, que vislumbra hacia lejanos puntos de fuga y por el uso de un claro rasgo puntillista, enérgico y quebrado, de distinta intensidad. La casa en construcción declara un notable carácter pictórico que hace que los objetos participen del ambiente circundante gracias a un signo que nunca es igual a sí mismo. La ejecución del camino, formado por trazos curvos e irregulares reforzados con una pluma, la del caballo casi diáfano, así como la del hombre sin espesor y aludida por trazos fugaces, hacen que la obra sea especialmente significativa para la lectura de La poética de Boccioni por venir.