La obra forma parte de un grupo de fotos tomadas principalmente en Tánger: son imágenes de casas, fachadas, patios. El título recuerda el de una obra de Matisse de 1947. “Cada pequeña cosa que sucede todos los días -argumentaba Matisse- es digna de atención, de una atención que mira al mundo viéndolo por dentro, por detrás; como si no fuera yo, sino lo que miro, lo que escucho, el paso del tiempo”.