En 2014 el artista produjo una serie de pinturas abstractas sobre lienzo, casi todas Sin título: composiciones en las que se mezclan geometrías y representaciones de sabor infantil, realizadas con colores plenos y brillantes; algunos revelan, en la pincelada, en la composición, en la elección de los colores, claras referencias a la historia del arte, a las investigaciones visuales de los abstraccionistas franceses y rusos del siglo XX. Esta es la última producción de Rachele Bianchi, quien seguirá dibujando a diario, especialmente con crayones, lápiz y tiza.
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