A pesar de su nacimiento en los Abruzos, Nino Caffé es en efecto un pintor de las Marcas, formado primero en Ancona y desde 1930 en Pesaro. Estudiante en Urbino, donde se graduó en 1935 y donde luego se convirtió en profesor en la Academia local.
En el cuadro de Jesi, ecos de la escuela finisecular francesa y de la delicadeza de Boldini, maestro indiscutible del género retratista, alcanzan cumbres de absoluto virtuosismo en la representación de figuras femeninas.
En esta línea, Nino Caffè contrasta los gestos modestos de la mujer con la sensualidad de los hombros blancos desnudos que se convierten, de hecho, en el centro significativo de la composición. La joven sentada está retratada con un vestido de noche, con una flor en el pelo recogida en un suave moño. Una pintura rápida, con grandes pinceladas, define el vestido, mientras que en la tez y el peinado la firma se vuelve más minuciosa y detallada. En su mano derecha, apoyada en su regazo, la mujer expone un abanico cerrado de color rojo que es fácil de interpretar, aludiendo a una feminidad aún no expresada del todo, pero a punto de desplegarse. Por otro lado, la figura erótica parece ser la más adecuada para ofrecer claves interpretativas de la pintura.
Título: mujer con abanico
Autor: Nino Caffè
Fecha:
Técnica: pintura al óleo sobre lienzo
Expuesto en: Caja de Ahorros Fundación Jesi
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