La obra forma parte del nutrido grupo de pinturas realizadas por Mosè Bianchi, el pintor monzese más importante del siglo XIX, sobre el tema de las mujeres rezando en el interior de una iglesia. El tema ofrece al pintor la oportunidad de captar tanto los aspectos del género -el monaguillo que apaga las lámparas, las actitudes y vestimentas de las damas nobles- como las alusiones a los temas del Risorgimento, desprovistos de tonos pietistas o apagados gracias a la solidez del sistema, la hábil modulación de las luces y toques de color que animan la penumbra del interior. El cuadro está ambientado en una iglesia que recuerda en ciertos detalles al Duomo de Monza, aunque no se trata de una reproducción fiel del mismo sino de la libre reelaboración de un lugar lleno de recuerdos, evidentemente frecuentado por el autor durante mucho tiempo.