En el gran retablo encargado para la Iglesia de S. Agostino de Ancona, destaca en el primer escalón la firma del veneciano Lorenzo Lotto. La disposición monumental muestra a la Virgen y el Niño sobre un alto trono, a cuyos pies se encuentran los santos Esteban, Juan Evangelista, Simón Judas y Lorenzo, todos reconocibles por la presencia de sus respectivos atributos.
El más raro Simone Giuda, epónimo del cliente Simone di Giovannino de 'Pizoni, porta una insólita alabarda sobre la que se apoya con fuerza, volviéndose con aire resuelto y elocuente hacia el observador. El cuadro fue encargado a Lotto en agosto de 1538, año en que acabó en la ciudad la tiranía ejercida por el cardenal legado Benedetto Accolti y los lansquenetes alemanes armados con alabardas. El arma, volteada y rota, simbolizaría la derrota del usurpador y el fin de la tiranía. Como en otras obras de Lotto, la simetría de la composición se rompe por la variedad de actitudes, miradas y la figura agitada del Niño, hacia el que convergen las líneas de fuerza. La atmósfera enrarecida y la luz de un atardecer son el resultado del uso de colores más apagados y de los contrastes entre las áreas iluminadas y sombreadas.
Título: Giovanni Evangelista, Simone y Lorenzo
Autor: Lorenzo Lotto
Fecha: 1539
Técnica: Pintura al óleo sobre lienzo
Expuesto en: Galería de Arte Cívico Francesco Podesti
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