Páginas con figuras humanas y un caballo, que acompañan los preceptos del Tratado de pintura de Leonardo extraídos de la editio princeps impresa en italiano en 1651 en París (en el mismo año saldrá una edición en francés). Esta obra vio la luz gracias a un grupo de personalidades unidas por una gran pasión por el arte y una profunda cultura. En primer lugar el Cavaliere Cassiano dal Pozzo, descendiente de una noble familia piamontesa y secretario personal del cardenal Francesco Barberini, conocido como el cardenal Padrone. Cassiano utilizó la parte iconográfica de su amigo pintor Nicolas Poussin, quien realizó espléndidos dibujos pero con una interpretación gráfica de la teoría artística de Leonardo muy alejada de sus cartones originales y más cercana al estilo de la época. Los dibujos de los diagramas que demuestran argumentos científicos serán elaborados para la editio princeps por Pierfrancesco degli Alberti (1584-1638), ex autor de los mapas de la Roma subterránea del Bosio.