Jean-Baptiste Wicar (Lille 1762 - Roma 1834) fue discípulo de David en París, llegó a Italia siguiendo a Napoleón y estuvo involucrado en las expoliaciones artísticas llevadas a cabo en la península. Mantuvo buenas relaciones con la burguesía y la aristocracia incluso después del declive napoleónico y el retorno del Antiguo Régimen. Gozó de gran fortuna en Italia, no solo en Roma donde durante muchos años fue uno de los pintores más destacados, en Nápoles donde fue director de la Academia, sino también en Perugia, donde tenía sólidos lazos de amistad con los nobles ciudadanos. Filippo degli Oddi, que era prior de la Cofradía del Santo Anillo, en 1822 propuso a Wicar para realizar el Matrimonio de la Virgen para la Catedral, en sustitución de la obra de Perugino que había sido robada por los franceses. En la Galería Nacional de Umbría y en la Academia de Bellas Artes se encuentran varias obras de Wicar, que provienen de la colección Carattoli. El pintor perugino Giuseppe Carattoli fue de hecho su discípulo en Roma, luego se convirtió en su amigo y colaborador y finalmente en su albacea. En este pequeño y precioso retrato femenino vemos a una mujer en una pose seductora, llena de gracia y naturalidad, sin duda recordando la gran tradición retratística francesa del siglo XVIII. A través de los ricos accesorios y el peinado fastuoso se percibe la importancia del sujeto, que sin embargo tiene una identificación controvertida. Para el misterioso rostro del Retrato de una joven se han propuesto dos nombres, ambos relacionados con el entorno napolitano. Wicar residió en Nápoles y fue director de la Academia napolitana de 1806 a 1809, y después de su partida mantuvo relaciones con la ciudad. Inicialmente, la joven del retrato fue identificada como la hermana del rey Fernando II, por lo que se presumía una realización tardía, alrededor de los años 1825/30. En la segunda identificación se adelanta la datación y se propone el nombre de Carolina Bonaparte, hermana de Napoleón y esposa del rey de Nápoles Joaquín Murat. Los esposos se establecieron en 1808, por lo que es posible que a Wicar se le encargara un retrato oficial y que este fuera un boceto preparatorio. El vestido en su forma y estilo recuerda mucho a los usados por las mujeres de la familia Bonaparte presentes en la pintura de David La Coronación de Napoleón. Recientemente se ha vuelto a la hipótesis de la princesa Borbón basándose en observaciones sobre Carolina Bonaparte, que en 1808, a pesar de sus 26 años, ya era madre de cuatro hijos y en los retratos oficiales aparece como una mujer floreciente y madura, con un rostro alargado y caracterizado por la típica nariz Bonaparte, marcada y ligeramente arqueada, similar a la del hermano emperador. El rostro delicado de la joven de Wicar sugiere a una chica bastante joven, delgada y con una nariz pequeña y redonda. En ambos casos se trata de un encargo importante, un retrato oficial para el rey de Nápoles. El maravilloso boceto de Wicar solo deja imaginar cómo podría haber sido la obra completa.