Formado en Amberes, está documentado en el taller de Jan de Wael, padre de los pintores Lucas y Cornelis, y, posteriormente, en el de Frans Snyders donde se especializa en la representación de naturalezas muertas. Al llegar a Italia en 1614, primero fue a Roma y, en 1616, a Génova, donde se instaló definitivamente hasta su muerte, abriendo una tienda muy activa y muy exitosa. Si bien su producción incluye tanto temas bíblicos, alegóricos y mitológicos como vigorosos retratos en los que se hace patente la sugerencia vandyquiana, la notoriedad en la cultura artística local está ligada a su especialización en la realización de naturalezas muertas, como ya informan las fuentes de la época. : “[…] se mostró sumamente excelente al competir con la naturaleza en la expresión de frutas, flores y animales” (Soprani 1674). En esta obra, en efecto, el protagonista absoluto de la composición es un verdadero triunfo de flores y frutos - uvas, naranjas, castañas, higos, granadas, bulbos de amapola, sandías, calabazas y almendras - retratados en un marco caracterizado por la presencia, al fondo, de una base de columna y un paño rojo. La naturalidad del tema y el virtuosismo pictórico con el que Roos restaura con tacto los diferentes elementos de la composición son consecuencia de la práctica de estudiar y procesar los temas en repertorios (carnets, maquetas, bocetos) que hacen que estos pasajes de naturaleza muerta sean reconocibles en otros pinturas., tanto del mismo pintor, como en el caso de la Vendemmia di Sileno en el Palazzo Bianco, como de otros artistas, en primer lugar Van Dyck, con quien colaboró durante los años de su estancia en Génova.