El cuerpo de Cristo está a punto de ser colocado en un sarcófago clásico, quizás de ese pórfido rojo reservado a las tumbas imperiales. Magdalena ayuda a José de Arimatea (o Nicodemo), mientras que la Virgen asiste contrita. Del fondo emergen los rostros de otros dos personajes y el sepulcro excavado en la roca, descrito en el Evangelio. Como en la Pietà Bandini de Miguel Ángel (Florencia, Museo dell'Opera del Duomo), el pintor privilegia el carácter esencial de la composición y la pose dominante, erguida y frontal del cuerpo abandonado de Cristo. Prevalece el valor icónico y ostensible de la obra, subrayado por la mirada fija de José en el espectador, que invita a reflexionar sobre el sacrificio de Cristo, "la piedra desechada por los constructores" que se convierte en "piedra angular" [Salmo 117 (118) , 22]. A modo de esquina queda el escorzo en la parte inferior de la losa destinada a cerrar el sarcófago, aquí metáfora visual de la piedra sobre la que descansa la nueva Iglesia.
Título: Deposición de Cristo en la tumba
Autor: Jacopino del Conte
Fecha: 1550-1560
Técnica: Aceite en la mesa
Expuesto en: Palacio Barberini
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