Se trata de una escena de género del siglo XVIII, propia de la producción del artista español que tras estudiar en la Academia de Bellas Artes de Madrid había frecuentado el estudio de Jean-Leon Gerome en París. Enmarcada en un elegante interior, la imagen no carece de ninguno de los motivos habitualmente recurrentes en este género pictórico; nótese también la pintura del fondo, una escena galante colocada en la alcoba, que refuerza la historia en primer plano.