Vallon à Volpedo es parte de la conspicua producción paisajística de principios del siglo XX de Giuseppe Pellizza. El cuadro se sitúa sobre el follaje rojo del castaño movido por el viento, que organiza el espacio acunando la mirada entre las suaves laderas y la meseta central para dirigirla en profundidad, donde se pierde más allá del corto horizonte. Una pequeña figura de una campesina, inclinada sobre el camino que desciende irregularmente a la derecha entre la vegetación, apenas se distingue en la sombra púrpura, fundida en el paisaje del que ella es parte inseparable al igual que las hojas y las ramas, las rocas y arbustos, en apacible armonía con el flujo cíclico e inevitable de las estaciones. Pellizza utiliza una paleta cálida para recrear los tonos seductores de un octubre avanzado, pero iluminado por el frío azul del cielo salpicado de nubes blancas en un atrevido juego de disonancias. La pincelada destrozada puntúa la tierra con transparencias verdes y naranjas, modulando los efectos de contraluz para simular la vibración del follaje, mientras que en la parte superior sugiere los movimientos del aire fresco con muescas lilas y turquesas que persiguen y se superponen en un mosaico de pulsante luz Pellizza logra en la pintura la codiciada síntesis entre la sólida estructura del conjunto, meditada a la verdad con el ejercicio constante del dibujo, y la absoluta movilidad de las luces, que no deshace los volúmenes sino que los confirma, lograda con un divisionismo capaz de vencer cualquier rigidez y evocar un mundo lírico, onírico y encantado, más allá de las apariencias.
Título: Vallón a Volpedo
Autor: Giuseppe Pelizza da Volpedo
Fecha: 1904 - 1905
Técnica: Pintura al óleo sobre lienzo
Expuesto en: Pinacoteca el Divisionismo
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