El fresco, desgarrado y devuelto a la tela, representa el momento en que María sostiene en sus brazos el cuerpo sin vida de su Hijo bajado de la cruz, mientras Magdalena llora sosteniendo las piernas de Jesús y José de Arimatea trae la mano del difunto en su rostro. Junto al grupo de dolientes aparece la figura -incongruente según el relato evangélico- de San Juan Bautista, reconocible por la túnica de pelo de camello. Al pie del grupo, en particular, un clavo y la corona de espinas que, junto con la presencia del Bautista, remiten al lugar de Monza del cuadro: el Bautista es en realidad el patrón de la ciudad, mientras que el los instrumentos de la Pasión aluden a las reliquias veneradas en Catedral, en particular al Santo Chiodo guardado en la Corona de Hierro. El fresco proviene de la Casa degli Umiliati, que ahora alberga el museo, de donde fue arrancado en 1932 cuando el edificio se utilizó como sede de la Corte Real de Magistrados; en el momento de la publicación, la autoría se atribuía a Simone Peterzano, pero tras investigaciones posteriores y comparaciones estilísticas es mucho más plausible que el autor del fresco sea Giuseppe Meda, activo en esos mismos años en la cercana Catedral de Monza. La pintura se caracteriza por las formas elegantes de un dibujo de estilo manierista, con evidencia calibrada de gestos y expresiones y referencias a los modelos de Miguel Ángel.
Leer más
Detalles
Título:Lamentación sobre Cristo Muerto con San Juan Bautista