En marzo de 1804, el vicepresidente de la República, Francesco Melzi d'Eril, encargó al mosaico romano Giacomo Raffaelli (1753-1836) la realización de un majestuoso centro de mesa para decorar el banquete ofrecido por el virrey Eugenio de Beauharnais en homenaje a la nueva soberano, que iba a tener lugar en la Sala de las Cariátides del Palacio Real con motivo de la coronación de Napoleón Bonaparte como Rey de Italia el 26 de mayo de 1805.
La pieza central consiste en un grandioso tríptico formado por un elemento central de 9 metros, flanqueado por dos elementos gemelos de 1,60 metros cada uno. Representa un circo romano imaginario con el templo de Júpiter en el centro, alrededor del cual se persiguen los carros de Apolo y Diana. En el lomo del circo dos obeliscos rodeados de esfinges y dos columnas honoríficas en alabastro. Finalmente, una sucesión de ánforas, jarrones y querubines tomados de la antigüedad clásica.
El tríptico se completa con dos elementos laterales simétricos que se componen respectivamente de un templo central rodeado por cuatro columnas de pórfido egipcio que soportan otras tantas copas de ágata finamente talladas. Para variar la simetría perfecta sólo las estatuas de los dioses que son, en un caso, Baco y Minerva y, en el otro, Esculapio y Ceres.
El neoclasicismo, muy querido por el nuevo soberano, se encuentra con el eclecticismo típico de la Roma del siglo XVIII en el uso de innumerables materiales y colores como el mármol blanco de Carrara, el pórfido egipcio, las preciosas piedras de lapislázuli y malaquita y el alabastro combinado con metales como el oro. y bronce.
Sin embargo, la soberanía napoleónica en Italia duró sólo diez años y tras su epílogo Milán fue testigo del regreso del gobierno de los Habsburgo que trajo consigo el cambio de gusto y el consiguiente desuso del centro monumental.
Este permanece en el olvido de los armarios hasta que, en 1919, el edificio y todos sus objetos de arte son vendidos al Estado por Vittorio Emanuele III de Saboya. Tres años después el historiador del arte Roberto Papini se encuentra con el hallazgo fortuito de las piezas del centro de mesa.
Así, el parterre se volvió a montar en la década de 1920 para devolverle su esplendor a la obra maestra olvidada.
La pieza central ha estado en el centro de un importante proyecto de restauración que ve su recomposición completa en la Sala delle Quattro Colonne con un nuevo diseño.
Título: pieza central de la coronación
Autor: Giacomo Raffaelli
Fecha: 1804/1805
Técnica:
Expuesto en: Palacio Real de Milán
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